La veteranía y la compenetración del tándem formado por Iván Dorta y Julio Martínez (Austin Healey Sprite) se hizo notar y sirvió para que pudieran resarcirse de la pérdida del liderato que les tocó vivir ayer y entraran hoy en Santa Cruz como ganadores. Pero, en la Clásica TF, más que la competitividad, lo verdaderamente importante es el disfrute y la exaltación del automóvil clásico y de colección, un objetivo que, a tenor de las impresiones de los participantes al finalizar el evento, se alcanzó sobradamente una vez más.
No cabe duda de que una prueba como la Clásica de Tenerife no debería ser contada sólo en lo “deportivo”; pues, aunque es una competición, el simple hecho de participar en un pequeño revival como este, con casi un centenar de máquinas de ensueño y recorrer con alguna de ellas varios de los más bellos parajes de nuestra geografía, ya es, en sí mismo, todo un premio.
Pero como en cualquier competición de Regularidad, en la Clásica TF también hay mucha competitividad y los equipos se afanan en intentar ser los mejores de cada categoría, como lo demuestra la lucha que ha habido por los primeros puestos durante los tres días que ha durado el evento. Dorta y Martínez (Austin Healey Sprite) empezaron como líderes en la etapa inicial y perdieron la primera plaza en favor de Alfredo Rodríguez-Miguel Ángel Benito (Renault 8) en la segunda etapa –disputada en La Gomera–, pero ambos contrincantes volvieron a intercambiar posiciones en la última y definitiva, celebrada hoy, domingo, ya en Tenerife de nuevo.
Esta tercera etapa comenzó en Costa Adeje y recorrió lugares como Tamaimo, Guía de Isora, Chío, El Teide y Los Loros, una ruta a lo largo de la cual los participantes tuvieron que afrontar cinco tramos de regularidad. Tras éstos, Iván –que ha ganado en varias ocasiones la Clásica TF con Jorge Hernández– acumula una nueva victoria, esta vez con Julio Martínez, que prácticamente se estrenaba en labores de copilotaje, pero que con sus cálculos hizo que ambos alcanzaran la meta final como ganadores de la prueba y de la Categoría E, con una diferencia de 96,9 puntos sobre Rodríguez-Benito. Estos últimos, además de acabar segundos, fueron los vencedores de la Categoría F. Terceros llegaron Lorenzo Hernández-Sergio Marrero (Ford Cortina Lotus) después de una gran remontada en la última jornada, apeando de un pódium en el que se habían instalado desde el viernes a Luis Hernández-Casandra Bello (Jaguar XK 150 OTS), finalmente cuartos.
En la modalidad Turismo, tras los continuos cambios en la parte alta de la tabla clasificatoria, a la postre los más regulares acabarían siendo Alfred Mormeneo-Alfred Mormeneo (Ford Mustang), con una diferencia de tan sólo 8,6 puntos sobre los jóvenes Víctor Machado y Sofía Monshouwe (Alfa Romeo Montreal).
Durante la entrega de trofeos, que tuvo lugar en el parque García Sanabria, el equipo organizativo del Real Automóvil Club de Tenerife, representado por Miguel Hernández al no poder acudir al acto el presidente del RACT, Juan Farizo, agradeció a todos los participantes su concurso en la prueba; ya que, gracias a ellos y a sus valiosas piezas de colección “la Clásica cada vez goza de un mayor prestigio incluso en exterior, entre otras cosas gracias a la participación de personas como Mario Illien, un prestigioso ingeniero de Fórmula Uno e Indy Car que, por segundo año consecutivo nos ha honrado con su presencia. Por nuestra parte, seguiremos trabajando cara al futuro y quién sabe si, en unos años, la Clásica TF, que esta temporada recorrió dos islas, podría llegar a ser en evento regional”, dijo.
Como curiosidad, cabe resaltar la importante labor que hicieron los mecánicos del equipo técnico del RACT, que siguieron todo el recorrido en dos furgones de asistencia rápida velando porque todos, o la mayoría de los vehículos, pudieran alcanzar la meta en Santa Cruz. Fueron varias las intervenciones que realizaron en las veteranas monturas, algunas “in extremis” y con el barco a punto de zarpar en La Gomera, pero ninguna de gravedad (platinos, baterías y motores de arranque, básicamente). Pero este ha sido uno de los detalles que más agradecieron los participantes por el plus de seguridad que les aportó, y así se lo hicieron saber al director de la competición, Leopoldo Mansito, para que este lo transmitiera a su escuadra.
La Clásica de Tenerife 2022 ha sido posible gracias al apoyo de Tenerife Circuito del Motor, Ayuntamiento de Santa Cruz, Canaauto BMW, RACT-RACE y los cabildos de Tenerife y La Gomera.